La actividad deportiva en espacios cerrados ha crecido de forma significativa en los últimos años
Fitness, Body Combat, HIIT, Programas de Cardio, Body Pump, Zumba, Pilates, Yoga, etc. Igualmente se puede indicar que la actividad física no tiene una edad definida y se dirige a todos los públicos.
Los antiguos polideportivos, gimnasios de los centros docentes, piscinas, etc. se han quedado pequeños o tienen que adaptarse a nuevas necesidades. Concentración, enseñanza, ambiente, etc., son entre otros motivos, esas necesidades que los espacios de actividad deportiva requieren. Para alcanzar esa calidad es imprescindible unas mínimas condiciones acústicas en ellos.
Los gimnasios y los pabellones deportivos cubiertos son generalmente de gran volumen y con terminados reflejantes al sonido, de forma que los tiempos de reverberación son altos. Las soluciones de control de ruido ambiental interno no suelen ser eficaces. Consecuentemente la actividad deportiva no se desarrolla con poca eficacia.
Los centros deportivos deben adaptar sus tiempos de reverberación y nivel de ruido de fondo con objeto de mejorar:
- La inteligibilidad de la palabra
- Reducir niveles de ruido de fondo
- Reducir los niveles de estrés para los ocupantes
- Concentración en la gestión / control de los esfuerzos físicos.